martes, 30 de agosto de 2016

Las Preocupaciones de Tilea - Capítulo 25

Las Preocupaciones de Tilea (Tilea no Nayamigoto Isekai Jashin Tensei Kitan) es una obra de Rina Shito y mi única participación es la traducción no oficial de la misma al español.

Capítulo 25: Una lucha mortal y es todo. Seguro que mis músculos dolerán mañana.

El Dokyun-Tigre vomitó sangre y se desmayó. Una chica como yo derrotó a un enorme tigre de más de tres metros.
«Nudillos de Explosión Terrestre»… Como se esperaría del preciado equipo raro del perdedor (Bizef). Es en momentos así que realmente siento que estoy en otro mundo. Sólo necesito un buen equipo para cubrir mis debilidades.
—¿De-de un solo… golpe? —balbuceó el Dokyun-Dragón.
—Yo también estoy sorprendida —afirmó la Dokyun de Fuego estupefacta—. Sin embargo, El Dios Maligno también debe haber perdido una gran cantidad de mana.
—Ci-cierto. Okay, usemos nuevamente el Triángulo del Infierno.
—Sera difícil sólo con nosotros dos, pero supongo que no hay de otra.
El Dokyun-Dragón y la Dokyun de Fuego comienzan a recitar nuevamente y un circulo mágico aparece entre ellos.
—No… puede ser.
—Huhu, ¿acaso alguien dijo que eran necesarias tres personas? Podemos hacerlo incluso con sólo dos.
Kuh. ¿El hechizo de hace un momento? Y esta vez no estará Timu para ayudarme. Si vuelven a darme con eso, ya no podré ofrecer más resistencia.
¿Qué hago?
«El Ataque del Triángulo del Infierno (el máximo hechizo de supresión mágica)» La descripción es extremadamente chuuniesca, pero es básicamente un drenador de energía. Ahora ya conozco el truco. En el momento en que concluyen el conjuro, los tres me apuntaron como señalando un blanco para que después las flechas negras se precipitaran sobre mi desde todas direcciones. Y cuando las flechas me atravesaron, mi energía fue drenada en un instante.
¿Mn? Hablando de eso,  la última vez permanecí quieta por titubear en el uso de mi nunchaku. Ya veo, si esta vez me muevo de tal forma que fallen al apuntarme, puede que logre evitar su ataque.
¡Hay que intentarlo!
Ahora que estoy en ello, es hora de liberar esa parte de mi oscuro pasado. Una de los setecientos setenta y siete técnicas del Dios Maligo Dark Matter.
¡El Golpe Asesino: “Pepsi Roll[1]”!
Mientras te mueves dibujando un ocho con tu torso por el campo de batalla en posición de defensa, puedes usar la inercia del movimiento para balancearte de izquierda a derecha con la suficiente fuerza para abrir una lata de soda con la presión que acumula el gas al agitarse.
Esa era la técnica secreta del protagonista de un cierto manga de boxeo[2] en mi mundo anterior. En aquel tiempo era adicto a ese manga y, en vez de estudiar o trabajar, me encerré en un café manga y leí la serie cinco veces. En particular me volví adicto a filmarme varias veces imitando el letal ataque del protagonista, “El Pepsi Roll”, para subirlo a internet.
Bueno, el hecho de que me dejara llevar y quisiera ponerlo en practica contra un tronco, y que mi mano terminara fracturada es otra historia. Pero aun así, aun debería recordar como moverme.
Retraje mis brazos, con los puños cerrados, y me coloqué en la posición defensiva del boxeo. Entonces, con movimientos como los de una abeja, me aproximé a los dokyun a toda velocidad.
—¡Pero que diablos! —espetó el Dokyun-Dragón.
—¡No puedo seguir sus movimientos! —declaró la Dokyun de Fuego.
¡Je! Como esperaba, parece que los dokyun no puedían seguir mi engañoso movimiento. Y mientras ellos sufrían intentando apuntarme, cerré mi distancia hasta alcanzar al Dokyun-Dragón.
—¡Listo! —junto a ese grito, utilicé la fuerza centrifuga y le dejé caer una lluvia de golpes encima. Su plexo solar, su rostro, su temple, continué golpeando cada un rítmicamente, golpeando sus puntos vitales sin piedad. El Dokyun-Dragón tenía poderes de regeneración, por lo que golpearlo sin aplicar toda la fuerza sería inútil.
—¡Hii! ¡Gue…! ¡Yooo! ¡P-por! ¡F-favor! ¡D-de…! ¡…tente! ¡Sal…! ¡…ven! ¡Me! ¡GOHEEEN!
Lanzando espuma por la boca, el Dokyun-Dragón se desmayó en agonía. No dejaba de vomitar sangre, pero al menos estaba vivo.
Así, sólo quedó un dokyun por derrotar. Sin embargo no me sentía bien de usar la violencia sobre una mujer. Hubiese sido genial si hubiese escapado en ese instante, pero…
Bueno, si ella aun quiere ir por ello, tendré que darle una probada del trato equitativo entre géneros.
—Eres la última, ¿te das cuenta? Así qué, ¿te vas a rendir?
—D-Dios Maligno —tragó saliva—. Eso fue estupendo; sin embargo, conozco tu punto débil. Parece ser que tu especialidad es el combate cuerpo a cuerpo, ¡por lo que voy a calcinarte desde lejos! —con esas palabras la Dokyun de Fuego puso distancia entre nosotras y comenzó a liberar su magia.
¡Rayos, parece que se dio cuenta de que no puedo utilizar magia!
Ciertamente es verdad que hasta el momento no he utilizado ningún hechizo durante la pelea. Es inevitable. Pero… Supongo que habrá que arriesgarse con un blofeo.
—¿Huuuh? ¿Cuándo dije que no se me daban las peleas de largo alcance? —pregunté con incredulidad—. Siendo sincera, los combates mágicos son mi especialidad.
—E… E-estas mintiendo.
—Es cosa tuya si deseas comprobarlo. Sólo que tendrás que estar lista para desaparecer de la faz de este mundo sin dejar rastro alguno.
—Entonces, seré recíproca utilizando mi “Terafire” (El máximo hechizo de fuego). Reduciré toda esta región a cenizas, ¿te das cuenta?
¡Ooh, esta chica también sabe blofear! Pero no voy a perder. He sido una experta en blofear con términos chuuniescos desde mi vida pasada.
—¡Ha, ha, ha! ¡Supongo que entonces debería destruir todo este condenado país con un hechizo de una vez!
—E-e… estas blofeando —balbuceó la dokyun—. D-de acuerdo. Si re-realmente quieres llegar tan lejos, te mostraré las llamas del mismo infierno. Este es mi más poderoso movimiento. Tú y este pueblo verán su fin.
La Dokyun de Fuego estaba perturbada, parcialmente convencida por mi artimaña. Al parecer la derrota del Dokyun-Tigre y del Dokyun-Dragón ha provocado que me confunda con una talentosa aventurera. Realmente voy a tener que agradecerle al perdedor (Bizef) por las armas, ya que me han ayudado a convencerla.
De acuerdo, ahora sólo recitaré algún encantamiento para continuar aumentando la presión. Sólo que, no conozco ningún hechizo de este mundo, por lo que no tengo más remedio que utilizar los recuerdos de mi viejo mundo.
¿Cuál será el mejor?
¡Ya se! ¡Ese!
Me decido al fin a utilizar las líneas del hechizo más poderoso de un cierto anime para asustarla.
—¡Tiembla de miedo! —le espeto y comienzo—. Tú que eres más oscuro que la oscuridad y cuyo arte más rápido que el flujo de los ríos… Por el superior nombre de Dark Matter… Juro en nombre del Dios Oscuro…”
—¡¿Pe-pero qué es eso?! ¡Jamás había escuchado semejante encantamiento!
—Hmph. Los pobres encantamientos de la inmadura técnica mágica de este mundo no son rivales para mi. ¡Voy a enseñarte la técnica final del Dios Maligno!
—N-no p-puede ser… Ta-tal cantidad de mana…
—Continuo. A aquellos que nos desafíen, a todos los tontos, con Nuestro Poder, ¡TRAE LA DESTRUCCIÓN SOBRE ELLOS! —y así, comencé a mover las manos rítmicamente como si estuviera por activar un gran hechizo. Arbitrariamente junté mis manos y formé un corazón con los dedos, sólo para continuar la pantomima.
—N-no p-pu-puede ser… ¿A-a caso estas demente? ¡¡Si liberas un hechizo con titánica cantidad de mana vas a destruir, no sólo este país, sino el mundo entero!!
—Pero parece que quieres ver eso, ¿no es así? Debería mostrártelo. ¡El fin de este mundo!
—¡¡¡E-ESPERA!!!
—Fin del juego, GIGA SLA…[3]
—¡¡¡HIIIIIIIII!!! —La Dokyun de Fuego lloró, viéndome como si se frente a ella estuviera alguna clase de monstruo sólo para huir en el acto.
¡Genial! ¡Realmente logré engañarla por completo!
Hubo demasiados imprevistos, pero al final logré demostrarles mi fuerza. Ahora que han experimentado tan dolorosa experiencia es probable que jamás regresen a molestarnos nuevamente.
Phew. Se terminó…
Ahora que la pelea a terminado, el dolor se apoderó de mi cuerpo. Realmente me metí en una pelea, ¿no es así? Honestamente, esta fue la primera vez que he peleado. En mi vida pasada siempre fui golpeado unilateralmente, pero hasta ahora jamás había sido golpeado hasta este extremo. Pero bueno, está vez logré hacerlos retroceder.
Hablando de eso, la Dokyun de Fuego abandonó a sus amigos. Aunque sean dokyun, realmente no se si dejarlos aquí. Realmente se ven gravemente lastimados. Tal vez debería llamar a alguien para curarlos.
Pero cuando volteo en dirección al pueblo…
—Uu…
Lo que tengo frente a mi son los colmillos de sable, en los que llegaron los dokyun, viéndome y gruñéndome.
C-claro… Se me habían olvidado las peligrosas monturas de estos locos.
Esto es malo. Los dokyun eran personas a final de cuentas, por lo que pude engañarlos con mis palabras, pero eso no va a funcionar con bestias salvajes.
¿Qué hago?
Mi ojos se encuentras con los suyos, con esas expresiones feroces. No hay nada amistoso en ellos.
Lle-llegados a esto, ¡tratare de hacer lo que pueda!
Me aferro al arma rara en mis puños en posición de combate para amenazarlos.
S-si van a venir, ¡vengan de una vez!
Aunque si me preguntan, preferiría que no lo hicieran.
—Kyain, kyuin…
Oh… Realmente no entendí, pero salieron huyendo. ¿Será que me vieron con un gran guerrero por haber derrotado a sus amos?
Ahora que salieron huyendo asustados, estos también dan la impresión de ser chihuahuas, al grado de que incluso llegan a parecerme tiernos.
¡HEY! ¡Momento! ¿Acaso están tratando de huir sin sus amos?
Por medio de señas intenté transmitirles el mensaje: primero señalé a los dokyun y después imité el movimiento al montar, así como otras señas.
Así, tras varios minutos, parece que lograron entenderme, pues regresaron a recoger a sus amos antes de desaparecer.
Y así, al fin todo terminó.
Puse mi mano en mi pecho aliviada.
—Whoa…
Una vez que la tensión desapareció caí de rodillas. Esta vez me extralimité. Estoy totalmente exhausta. Realmente me drenaron por completo.
Pero al final todo salió bien. Todo gracias a los objetos que el perdedor (Bizef) me prestó. Aunque todos ellos terminaron tan arruinados que ahora dan lastima al verlos. Estaban llenos de cuarteaduras y gracias a la Dokyun de Fuego estaban totalmente ennegrecidos.
Si el perdedor (Bizef) los ve, ¿no se irá a desmayar nuevamente?
Sus amados y preciosos objetos no son más que chatarra ahora. Aunque en realidad no tengo planeado reembolsárselos. Si tiene alguna queja, entonces tendrá que ir el mismo a hablar con los dokyun.
Para empezar, es su culpa por haberse desmayado desde el comienzo y terminado así fuera de la lucha. Realmente es demasiado blando para ser capitán de la guardia.  Si el perdedor (Bizef) se hubiese esforzado más, ni Timu ni yo tendríamos que haber peleado.
Gracias a Timu y a mi, parece que los problemas se solucionaron esta vez. Y en realidad, realmente le debo una a Timu. Ella se arriesgó mucho para salvarme. En este instante ella podrá tener un grave caso de chuunibyou, pero para mi ella es la misma de siempre. Mi amada y dulce hermanita.
Así volteo a verla con ternura mientras duerme profundamente.
—Timu —intento moverme y acercármele, pero…
Owowowow…
Todo dentro de mi duele. Es probable que mañana me duelan todos los músculos. Supongo que necesito descansar un poco antes de poder regresar a casa.
Arrastrándome hasta a un lado de Timu, me acurruqué junto a ella y caí dormida.



[1] La técnica parodiada es el “Dempsey Roll”, creada por el Campeón de peso pesado Jack Dempsey en 1920.
[2] N.d.T.: La serie es Hajime no Ippo. En ella Ippo Makunouchi desarrolla diversas variantes del Demsey Roll basadas en teorías más actuales del boxeo; sin embargo, estas variaciones aun no han podido ser llevadas a la realidad.
[3]  N.d.T.: Referencia al Giga Slave de la serie Slayers. Y para los fans: “Aquel cuya Pesencia es más oscura que la oscuridad, aquel cuyo poder es más profundo que la noche. Tú que te encuentras sepultado bajo la marea del caos, Gran Señor Dorado de la Oscuridad, con este conjuro yo te invoco y así yo juro frente a ti que, aquellos que se levanten contra nosotros, todos esos tontos, por el poder que tú y yo poseemos, ¡trae la destrucción a todos por igual! ¡GIGA SLAVE!” (Versión traducida del ingles)

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