viernes, 13 de mayo de 2016

Las Preocupaciones de Tilea - Capítulo 16

Las Preocupaciones de Tilea (Tilea no Nayamigoto Isekai Jashin Tensei Kitan) es una obra de Rina Shito y mi única participación es la traducción no oficial de la misma al español.

Capítulo 16: La aparición de Hidler.

Este era el castillo de El Ejercito del Rey Demonio, una ciudadela oculta en un pequeño país. Pero aunque es llamado “país”, no es más grande que una pequeña ciudad. Una pequeña nación insular[1] aislada de sus vecinos. Y sólo unas semanas antes, el Ejercito del Rey Demonio la invadió y la convirtió en su cuartel general.
Hidler se sentó decidido en el trono de este castillo y observó todo a su alrededor con una fiera mirada. Frente a él estaban alineados los demonios que sobrevivieron al conflicto de vida o muerte de la última gran batalla.
—¡Hidler-sama, no puedo aceptar su decisión de detener el exterminio de los humanos!
—Yo concuerdo. Nosotros del Ejercito del Rey Demonio hemos estado esperando por largo tiempo por este momento.
—¡Así es! ¿Por qué hemos sido llamados nuevamente antes del exterminio de La Gran Capital? Mi subordinados están más que ansiosos por comenzar a beber sangre y devorar carne humana.
Los demonios con el deber de exterminar a los humanos estaba causando un escandalo. El violento instinto de la raza demoniaca era tremendo. Al parecer había un gran resentimiento por obligarlos a esperar.
—¡Todos ustedes! ¡Están faltando el respeto al Virrey Hidler!
Quien levantó la voz por sobre el escandalo de los demonios fe el Jefe de la División de Inteligencia del Ejercito del Rey Demonio, Yose. Quien, a pesar de ser un hombre pequeño, era considerado como el cerebro del ejercito demoniaco y su capacidad de análisis e inteligencia era critico para el mismo.
—Suficiente, Yose.
—Pero…
—Está bien.
—Como ordene.
Hidler se levantó del trono y posó su mirada sobre los demonios enardecidos. La presión fue extraordinaria. Todos callaron y se encogieron como no hicieron con el bramido de Yose.
—Todos están consientes de la traición de Camila, ¿no es cierto? Encargarnos de ella tiene mayor prioridad de la destrucción humana.
—¡¿Eh?! Camila-chan traicionó al Ejercito del Rey Demonio? ¿Traicionó a Zolg-sama? ¡Que tonta! ¡¡HAY QUE MATARLA!!
La persona que hizo demás de cortar su cuello fue la demonio que acababa de despertar, Luxembourg. Ella era uno de Los Seis Generales Demoníacos y un demonio de la gente bestia. Ella tenía una apariencia felina, con miembros flexibles y un ojo rojo cual fuego y otro azul cual hielo. Pero en contraste con su adorable apariencia, ella tenía una personalidad brutal y retorcida.
—Pensar que Camila-dono, con tal sabiduría y talento, así como una profunda devoción…
La persona que se quedó sin palabras era el recién despertado Poe. En términos de fuerza bruta, él era el más poderoso de Los Seis Generales Demoníacos. Su cuerpo entero estaba recubierto de escamas tan duras que las de los dragones palidecían. Tenía la naturaleza de un militar, pero como un dragonoide demoníaco, no dudaría en mostrar su ferocidad desenfrenada en el campo de batalla.
—¡No importan las circunstancias, la traición es inexcusable! ¡¿Por qué ha permitido que la traidora continúe respirando, Virrey?! —con  ojos encendidos por brutales emociones, el General Demoníaco Garm vociferó. Él era un demonio capaz de controlar a un poderoso dragón que utilizaba para destrozar a sus enemigos.
—Tu pregunta es más que razonable. Si fuese únicamente Camila, yo mismo habría proferido el castigo. El problema es la persona a la que Camila a jurado lealtad, El Dios Maligno.
—Virrey, ¿qué clase de existencia es este Dios Maligno?
—El Dios Maligno Dark Matter, su fuerza podría rivalizar con la de El Rey Demonio Zorg-sama.
—¡E-eso no puede ser! Que tal existencia…
La conmoción se extendió entre las filas. Era natural. Zorg-sama era poseedor de un poder tan devastador que nadie se le podía comparar. El propio Hidler creía que nadie podría ser tan poderoso como para rivalizar con él.
Pero ese día, aquel Dios Maligno que recibió el impacto de la cuchilla de Camila como si nada y fácilmente derrotó a Muro de Hierro Neilsen…
Hidler utilizó su percepción para detectar el mana dentro del Dios Maligno. Él esperó encontrar una cantidad apenas superior a la de Los Seis Generales Demoniacos, tal vez cercana a la él mismo, pero…
Sus insignificantes predicciones fueron destrozadas. La cantidad de mana parecía infinita. Hidler no pudo evitar sudar en frío. Tratándose del Dios Maligno, aun si todo el ejercito hubiese atacado al mismo tiempo, todo habría sido inútil. Todos habrían muerto en vano. Y convencido de ello, tomó la decisión de ordenar la retirada mientras El Dios Maligno estaba ocupado con Camila.
Sin embargo, mientras Hidler se retiraba, ordenó a Yose permanecer ahí a reunir información. Es por eso que él estaba enterado que esa chica era El Dios Maligno, así como de la derrota de Camila.
—Es increíble, pero es cierto. Es debido a ello que he decidido evitar tanto con los humanos como con El Dios Maligno al mismo tiempo y priorizar el trabajo de inteligencia.
—Así que eso fue lo que pasó. ¿Y bien, cuánta información hemos sido capaces de obtener del Dios Maligno?
—Yose, explica el estado de las tropas de exploración.
—Bu-bueno… El ejercito del Dios Maligno estaba en guardia y nuestros exploradores fueron aniquilados.
Yose estaba profundamente apenado, lo que era visible por la enorme cantidad de sudor en su rostro. La unidad de exploración, siguiendo las ordenes de Yose, fueron aniquiladas, realmente una terrible desgracia. Era natural que incluso el generalmente calmado Yose estuviera en pánico.
—¡Aniquilados! ¡¿Qué acaso tu habilidad decayó cuando despertaste?!
—¡Luxembourg, suficiente! —el general Poe detuvo el arrebato de Luxembourg y continuó con la conversación—. ¿Yose, qué sucedió?
Yose, cuyas instrucciones había seguido sin dudar durante la última gran guerra, había sufrido una derrota. Eso sólo demostraba cuan formidable era el ejercito del Dios Maligno.
—Cl-claro. El último reporte de la unidad de exploración decía que observaban la fortaleza del Dios Maligno y que habían logrado sitiarla, pero que habían sido descubiertos por las guardia personal comandada por Neilsen, lo que provocó su destrucción.
—Muro de Hierro Neilse, ¿hm? Que astuto. Virrey, no pretenderá que permanezcamos sentados sin hacer nada, ¿verdad? ¡Simplemente es inaceptable! —el general Garm rugió frenético con furia en el rostro. Su disposición era intensa. El escuchar como fueron derrotadas sus tropas, usadas como unidad de exploración, era imperdonable.
—¡Te prohíbo que ataques, Garm! —ordenó Hidler—. Movilizarnos en este momento sólo reducirá nuestras fuerzas.
—¡¿Y acaso es correcto dejar que el enemigo nos humille de esta forma?!
—Garm-sama —Yose intervino con la humildad del derrotado—, es como el Virrey dice. Kira-sama también desobedeció las ordenes del Virrey Hidler y perdió su vida inútilmente.
—¿Kira muerto?
—Así es. Kira-sama ignoró la advertencia del Virrey al caer en las provocaciones de la unidad de Neilsen y trágicamente perdió la vida.
—¡Hah! Parece que regresar a la vida no hizo nada por su estupidez, ¿huh? Así que la Unidad Kira también fue aniquilada.
—Es como usted dice. Tras la perdida de Kira-sama, los miembros de su unidad cayeron en pánico, dejaron de actuar unidos y organizados, y uno por uno fueron aplastados por los hombres de Neilsen.
—¿Y por ello nos estás solicitando que reunamos inteligencia? ¡No puedo aceptar eso! ¿Y ese tal Dios Maligno? No hay forma de que tenga un poder comparable al de Zorg-sama. Virrey, voy a resolver esto a mi manera.
—¡Espere! ¡Estas son las ordenes del Virrey, ¿se da cuenta?!
—Suficiente —intervino el virrey—. Si las palabras le son incomprensibles, entonces no entenderá hasta que lo sienta en carne propia.
—Como ordene. Entonces, ¿cuál será nuestro siguiente movimiento?
—Tú continua reuniendo inteligencia, Yose. Y esta vez elige la alos mejores espías para acompañarte.
—¡Como ordene! —Yose dio un paso atrás.
—¿Y nosotros?
—Luxembourg, tú y Poe, así como el resto del ejercito vendrán conmigo. Hay algo que tenemos que hacer.
—¿Qué cosa?
—Vamos a liberar a Los Tres Malignos.
—¡¿Q-qué?! ¡Vi-virrey! ¡¿Acaso ha perdido la cabeza?! ¡Esos tres son tan intempestivos que Zorg-sama tuvo que sellarlos él mismo! ¿Recuerda? —Yose le recordó al virrey. El pánico estaba grabado en su rostro. Como líder de la división de inteligencia y como estratega del ejercito, le era imposible aceptar tal decisión.
—Yo también me opongo. A pesar de que todos somos parte del Ejercito del Rey Demonio, la forma de pensar de esos tres es totalmente diferente a la nuestra —el general Poe objetó vehementemente. Poe, quien siempre esta pendiente de todo y que siempre aceptaba las ordenes de los superiores sin cuestionar, estaba ahora expresando su objeción. Sólo por este se podía deducir cuan problemáticos eran Los Tres Malignos.
—Soy consiente de ello —declaró el virrey—. Yo mismo encuentro mi decisión terriblemente irrespetuosa hacia Zorg-sama; sin embargo, el poder de esos tres está en otro nivel. No hay nadie más que pueda hacer frente al Dios Maligno mas que ellos.
—Si esta dispuesto a llegar tan lejos… Entiendo. Nosotros también ayudaremos a romper el sello.
Los Tres Malignos; su poder de combate era inmensurable. Sin embargo, sin que ellos lo supieran, el cerco del Ejercito del Dios Maligno ya había comenzado a rodearlos.



[1] Un país insular es un Estado limitado totalmente a una isla o a un grupo de islas, y que no tiene ningún territorio sobre el continente.

1 comentario:

  1. Gracias este capitulo fue de los mas serios hasta ahora señal que se viene una batalla llena de comedia y malentendidos espero los siguientes capítulos :D

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